¿Cómo sobrevivir a una reforma?

Cuando decidimos realizar una reforma en nuestra casa, bien sea parcial o integral, es un momento emocionante, pero también estresante. Supone un gasto importante, así que debe afrontarse con calma y controlando absolutamente todo el proceso.

 Las reformas del hogar pueden trastocarnos un poco el día a día, pero merece la pena el resultado.

Para evitar sufrimientos innecesarios tenemos que tener en cuentas estas 6 claves:

  1. Busca un buen profesional
  2. Fechas planificadas con la constructora
  3. Comunicación fluida
  4. Retira o protege lo que quieras mantener o guardado
  5. Paciencia
  6. Control de obra sin exceso

1. Busca un buen profesional

Encontrar un buen profesional es esencial, el precio no es lo más importante. Evidentemente llegamos hasta un límite, pero quedarnos con el presupuesto más económico no garantiza que las cosas se hagan correctamente o como esperamos.

Lo ideal es pedir siempre varios presupuestos de reformas para poder comparar. Además, es bueno pedir referencias en tu círculo de conocidos, lo que te ayudará a decidirte por el indicado, así como referencias de proyectos realizados por los profesionales que pueden orientarte acerca del resultado final de tu vivienda. Ante todo, fíate de la persona que contrates.

2. Fechas planificadas con la constructora

Muchos dicen que una reforma puede ser interminable. Es cierto que podemos encontrarnos con cosas que retrasen la obra. Aún así, al momento de contratar una empresa de reformas, lo normal es que te den plazo de finalización del trabajo. Incluso estos plazos pueden ir incluso por escrito, para que las cosas estén mucho más claras.

Para ello es importante no hacer cambios durante la ejecución de la obra a no ser que ser necesarios, ya que cada cambio suponen un retraso en entrega de materiales y ejecución de los trabajos retrasando todos los oficios.

3. Comunicación fluida

Es importante hablar siempre con el mismo interlocutor para evitar que la información se pierda por el camino o que lleve a informaciones contradictorias.

4. Vaciar la casa

Si es una reforma parcial, guarda una zona o habitación para guardar todos los enseres que quieras guardar y mantener. Si es una reforma integral, los muebles pueden ser un problema, sobre todo si tiras paredes o cambias el pavimento de la casa,  la mejor opción es vaciar la casa. Si cuentas con un trastero o un sótano, lo tienes fácil.

De otra forma, quizá tengas que informarte sobre trasteros de alquiler o empresas que custodian tus pertenencias durante la reforma. Facilitarás el trabajo de los operarios, harás que los tiempos estén más controlados y, ante todo, no tendrás problemas con destrozos en el mobiliario por cualquier incidente.

5. La paciencia es la mayor de las claves

En una obra pueden darse imprevistos. Cada reforma es diferente, y cada casa también. Ante todo, ármate de paciencia. Ponerte nervioso y enfadarte no hará que las cosas funcionen mejor. Es más, en algunos casos puede llegar a ser contraproducente.

En ocasiones puede parecer que la obra no avance, pero con una buena comunicación con la constructora evitamos nervios y enfados.

6. Controla la obra sin exceso

Es normal que quieras ir a la obra para ver cómo van los avances. Es necesario también, pues los errores pueden existir y hay que darse cuenta para solventarlos. Aun así, intenta no estar demasiado tiempo presente ahí. No eres el jefe de obra, no eres el albañil ni el carpintero. Confía en el equipo que has contratado y no entorpezcas su trabajo.

Sí, es cierto que en muchos casos es difícil esto de delegar las refacciones del hogar de uno, pero para eso hemos contratado a un buen profesional o empresa constructora.