Cambiar las ventanas de tu vivienda aumenta el confort de tu hogar y reduce el consumo energético.
En este artículo te explicamos cómo elegir el tipo de ventana y los vidrios adecuados.
Aluminio, PVC o madera: ¿qué material es mejor para mis ventanas?
En primer lugar, hay que tener en cuenta las condiciones de la vivienda y las necesidades de las personas que viven en ella: que aislamiento térmico y acústico esperamos/necesitamos, ahorro energético, cómo será el mantenimiento, y/o las posibilidades estéticas de cada uno de los materiales, así como el precio que estamos dispuestos a pagar.
Una ventana no es buena únicamente por el material de su marco, ya que el tipo de vidrio instalado o el tipo de apertura influyen en sus prestaciones finales.
¿Qué material es más aislante y me permitirá disfrutar de mayor confort? ¿Qué ventana me ayudaría a ahorrar en la factura de calefacción o aire acondicionado? ¿Qué sistema se comportará mejor con el paso de los años? ¿Qué modelo encaja con la estética de mi hogar? Son las preguntas que deberíamos hacernos antes de decantarnos por un material u otro.
Vamos a intentar dar respuesta a las dudas que surgen empezando por explicar en qué consiste el valor U o de transmitancia térmica: valor que indica cómo de eficaz es cada material frente al aislamiento térmico, cuanto menor sea el valor U, mayor será el aislamiento y mejores las prestaciones del material.
Pero el valor U del perfil o marco (designado valor Um en castellano), no es el mismo que el del vidrio (Ug en castellano) ni tampoco el de toda la ventana o hueco (Uh en castellano).
Cuando estudiemos tu proyecto junto con expertos en carpinterías calcularemos dichos valores para cumplir tus necesidades.
Materiales carpintería exterior
Marcos de PVC
El PVC (Cloruro de Polivinilo) es una resina compuesta en un 57% por sal común. Puede poseer una transmitancia térmica entre U=0,74 W/m2K y 1,05 W/m2K dependiendo del número de cámaras de aire, por lo que con este tipo de marcos se puede alcanzar un correcto aislamiento térmico.
Puntos fuertes:
- El PVC es el material más aislante: ofrece mayor aislamiento térmico y acústico y por tanto un mayor confort, ahorro y eficiencia energética.
- Material resistente y duradero que permanece inalterable a los efectos del clima y la contaminación.
- Perfiles reforzados en su interior con acero galvanizado, lo que aporta solidez estructural y las esquinas de las ventanas no se atornillan, sino que se sueldan herméticamente aumentando la resistencia a la infiltración de agua o aire.
- Escaso mantenimiento: limpieza con agua y jabón.
- el PVC es un material auto extinguible y difícilmente inflamable, no propaga las llamas y no gotea.
- Equilibrio entre precio y ahorro
- Altas posibilidades estéticas (colores lisos, foliados imitando la madera, metal, …)
- Impacto medioambiental: vida útil superior a 50 años, 100% reciclable.
Marcos de aluminio
La carpintería exterior de aluminio surgió como alternativa a los cerramientos de madera. A lo largo de los años, se ha consolidado como una opción práctica y funcional que además requiere poco mantenimiento.
Actualmente, las ventanas de aluminio pueden contar con rotura de puente térmico (o RPT), mejorando sus prestaciones aislantes frente al frío o el calor.
Puntos fuertes:
- Material ligero y muy resistente
- Gama ilimitada de acabados: colores, maderas y acabados metálicos, bien a través del lacado o bien del foliado.
- Versatilidad en cuanto a tipo de perfiles, tamaños y formas
- Larga vida útil: es un material muy resistente que, una vez lacado y tratado para el exterior, posee una larga vida útil. Ofrece un comportamiento exigente frente a la corrosión y no es inflamable
- Sin mantenimiento
- No inflamable
- Impacto medioambiental: se puede reciclar 90%
Marcos de madera
La madera es uno de los materiales más antiguos utilizados para la construcción de cerramientos y perfiles de ventanas. Su principal punto fuerte reside en que es un perfecto aislante.
Puntos fuertes:
- Material natural
- Perfecto aislante
- Alta durabilidad y rigidez
- Amplio abanico de acabados y tratamientos para mejorar durabilidad
- Sostenibilidad a largo plazo, poniendo el foco en el pequeño impacto de la producción de madera y su fácil reciclado.
Comparativa de precio en ventanas de PVC, aluminio o madera.
Como detallamos con anterioridad, el precio es la incógnita final a la que deberíamos llegar después de analizar las ventajas de cada tipo de marco en función a nuestras necesidades. Un producto no es caro porque su precio sea elevado, sino porque no cubre el valor por el que fue adquirido.
Hay que pensar que es una inversión, valorando el potencial ahorro en consumo energético y climatización de nuestro hogar, así como el confort térmico y acústico. Una ventana “barata” en términos coloquiales puede acabar siendo la opción más “cara” a largo plazo. Hoy en día existen muchos modelos de ventana y las ventanas ineficientes, por muy baratas que parezcan, no garantizan el confort ni el aislamiento térmico y acústico requerido.
Lo cierto es que todos los materiales tienen gamas de precio.
Lo importante es comparar precios de materiales con prestaciones similares. Fijarse en el valor U del marco, el valor U del vidrio – siendo recomendable un vidrio bajo emisivo y de control solar, el tipo de apertura, el tamaño, la estética… es importante, además, contar con un profesional que garantice una correcta instalación y servicio postventa.
¿Cómo saber cuál es el mejor cristal para el aislamiento térmico?
Si queremos encontrar la ventana que mejor se adapte a nuestras necesidades, es importante conocer los diferentes tipos de vidrio que existen en el mercado. Un buen vidrio junto a un buen perfil mejorará nuestro confort y aislamiento
Existen diferentes tipos de vidrios:
- Vidrio sencillo
- Vidrio laminado
- Vidrio con cámara o doble acristalamiento
- Vidrio templado
- Vidrios bajo emisivos
- Vidrios con control solar
Vidrio sencillo o flotado:
Este vidrio está prácticamente obsoleto, sin embargo, todavía contamos en España con muchas viviendas que tienen ventanas con este tipo de vidrios. Es un vidrio que, por sí solo, ofrece bajas propiedades térmicas y acústicas. Podríamos decir que es el más económico, pero también el más ineficiente. Hoy en día prácticamente nadie lo usa por si solo (sí, si lo usamos como vidrio laminado).
Vidrio laminado:
Como su propio indica, este vidrio es el resultado de unir diferentes vidrios monolíticos (sencillos) introduciendo entre ellos láminas de PVB (polivinilo butiral). Esta combinación mejora la resistencia y seguridad respecto a los vidrios sencillos. Realmente estos vidrios se utilizan sobre todo en barandillas, mamparas, etc.
Vidrios con cámara o doble acristalamiento:
Actualmente son la opción más demandada en ventanas. Estos vidrios están formados por varias hojas de vidrio (que pueden ser de diferentes espesores) separadas por una cámara de aire. Esta cámara está sellada térmicamente y puede ser de aire deshidratado o gas argón (tiene una conductividad térmica menor que la del aire).
¿Las ventajas de este tipo de acristalamientos? Que mejoran notablemente el aislamiento acústico y térmico de la ventana, ya que la cámara de aire que separa los dos vidrios reduce la transmisión de calor y/o frío entre el exterior y el interior. Según las necesidades térmicas o acústicas que tengamos podremos recurrir a un triple acristalamiento. Además, también podemos aplicar diferentes tratamientos extra en los vidrios (control solar, bajo emisivo…).
Vidrio templado:
Realmente es un vidrio sencillo pero que durante su fabricación recibe diferentes tratamientos que permiten aumentar su resistencia. Esto hace que los vidrios templados se recomienden en espacios en los que necesitamos un extra se seguridad (por ejemplo, en escaparates de comercios, marquesinas, etc.). Otra de las grandes ventajas de este tipo de vidrios es que en caso de rotura se quedará roto en pequeños trozos, evitando que podamos cortarnos o sufrir accidentes.
Vidrios bajo emisivos:
Se trata de vidrios a los que se les ha depositado una capa de óxidos metálicos sobre una de sus caras. Esta capa es bajo emisiva, es decir, en lugar de emitir energía la refleja, por lo que mejora las prestaciones de aislamiento térmico frente a un vidrio normal, que no ha recibido un tratamiento de este tipo.
Los vidrios de capa bajo emisivos siempre forman parte de un doble o triple acristalamiento, y han supuesto una gran innovación en el sector del vidrio y de las ventanas ya que permiten mejorar la eficiencia energética de un edificio y pueden contribuir al ahorro de los consumos de energía.
Son un elemento clave para mejorar el aislamiento térmico de las viviendas. Es importante señalar que, en una climatología como la nuestra con importante radiación solar, la opción más adecuada es elegir vidrios de capa bajo emisivos y con propiedades de control solar como el cristal inteligente Guardian Sun, ya que de esta manera también se protege del calor en verano y se mantiene la temperatura ideal, tanto en invierno como en verano, y sin perder luz natural.
Los vidrios de capa con control solar contribuyen a evitar el llamado efecto invernadero, que sucede cuando los vidrios no protegen de la excesiva radiación solar que entra en la vivienda. Al combinar un vidrio con capa bajo emisiva y de control solar, con un adecuado cerramiento, se mejora el aislamiento frente al frío y al calor, contribuyendo al ahorro en calefacción y aire acondicionado.
¿Todas las ventanas actuales pueden incorporar un vidrio bajo emisivo?
Sí. Es por eso que los vidrios de capa bajo emisivos y control solar son la opción más extendida entre todos aquellos que buscan el mejor aislamiento en invierno y en verano. Este tipo de vidrios se pueden instalar en los diferentes marcos (PVC, aluminio, madera…) siempre como doble o triple acristalamiento, y se puede incluso combinar con vidrios laminados para aportar seguridad o aislamiento acústico.
Vidrios con control solar:
A diferencia de los anteriores, este tipo de vidrios son especialmente útiles si nuestra vivienda está excesivamente expuesta a las radiaciones solares. El tratamiento que reciben los vidrios con control solar permite reducir la cantidad de radiación o calor solar que pasa a través del vidrio, disminuyendo así el calor de nuestra vivienda.